Boca Juniors está un paso más cerca de la semifinal de la Copa Libertadores al derrotar por 1-0 a Fluminense gracias al tanto de Pablo Mouche en La Bombonera y se encamina mejor a la vuelta en Río de Janeiro el miércoles 23 de mayo, que con tal solo empatar le alcanzaría para pasar de ronda.
Basandose en la defensa que tanto rédito le dio en la anterior temporada y en el empuje de su gente, Boca empezó a manejar la pelota y el juego del partido, con Juan Román Riquelme como artífice principal de cada ataque. Facundo Roncaglia avisó a los 16' y un minuto después, Diego Rivero, pero la más clara la tuvo Dario Cvitanich con un cabezazo al borde el área chica que se fue desviado. El equipo de Julio César Falcioni buscaba y era mucho más que su rival, pero no lograba convertir en gol las situaciones claras que tenía. Boca se venía y los jugadores brasileños se veían obligados a cometer muchas faltas para obstruir el juego del local. A los 34 minutos, Carlinhos veía la segunda amarilla y dejaba a Fluminense con uno menos con una hora de juego todavía por jugar. Aprovechando esta ventaja, los xeneizes fueron por todo: lo tuvo Mouche a los 40' y después Rolando Schavi a los 43'.
Se iba el primer tiempo y Boca, sin lucirse pero mereciendo mucho más, seguía empatando 0 a 0 con un Fluminense que hizo muy poco en todo el partido, que solo tuvo la queja del penal no cobrado por el colombiano José Buitrago por la mano de Roncaglia
(El compilado del primer tiempo acá: http://www.youtube.com/watch?v=yoJtH-yHIQk&feature=relmfu )
Sorprendiendo a todos, por comenzar el segundo tiempo, el director técnico Julio Falcioni sacó a Cristian Erbes haciendo ingresar al delantero Nicolás Blandi (¿cambio más ofensivo en la era Falcioni?). De esta forma, Boca se pararía con claro 4-3-3 con Walter Erviti juntándose en la mitad del mediocampo junto a Diego Rivero, dejando por las bandas a Pablo Mouche y Darío Cvitanich, con el reciente ingresado Blandi como centro delantero. El mensaje desde el banco de suplentes era claro: aprovechar el hombre de más y salir a buscar el partido con la mayor cantidad de goles que sea posible.
Y así se dio: con un pase a lo Román, Cvitanich habilitó a Mouche, que de primera definió de zurda al palo más lejano del arquero y estableció el éxtasis y tan ansiado grito para todo el pueblo boquense.
Teniendo el total dominio de la pelota y del partido, Boca buscaba aumentar la diferencia para así viajar mucho más cómodo a Brasil, con un rival con un jugador menos que se mantenía como podía. Otra vez Mouche, de lo mejor del local, casí pone el 2 a 0 a los 20 minutos del segundo tiempo y también el jugador más aplaudido de la cancha, Schavi que quedó cara a cara con el arquero, que logró desviar y ahogar el segundo grito a toda la parcialidad local.
Aunque intentó y tuvo sus posibilidades, Boca no pudo quebrar otra vez la defensa brasileña y se fue con un gusto un poco amargo debido a que se podía haber hecho aunque sea un gol más por la posición del rival, con un jugador menos y sin casi generar nada de juego.
(Compilado del Segundo tiempo acá: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=e8q3FP2cBFc )
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