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| (Poniendo todo como verdadero clásico) |
La Copa Argentina, tan despreciada por muchos en este tiempo y dejada de lado, hasta por el mismo Campeón, Boca, se transformó en la copa del alivio, de la tranquilidad, y a ahora lo habilita al club de la Rivera a poder disputar la Copa Sudamericana frente a un rival que viene en baja tras perder el clásico con Racing, pero que siempre le dio un dolor de cabeza a Julio César Falcioni.
A las 19:30, Boca recibirá a Independiente por la ida de la Copa Sudamericana con tres cambios obligados: Ustari, de buen nivel en estos primeros partidos en el xeneize no estará por una distensión en el aductor izquierdo, Franco Sosa con una luxación del hombro derecho y el centro delantero, Lucas Viatri por un esguince de tobillo. Sebastián D´angelo estará bajo los tres palos, Christian Cellay cubrirá el lateral derecho y Nicolás Blandi hara lo propio en el área rival.
En independiente todo es presión y nerviosismo, gracias a la mala imagen que dejó el equipo en el clásico perdido en el pasado domingo frente a Racing y las declaraciones cruzadas entre el presidente Cantero y el director técnico Cristian Díaz, que se juega su continuidad en los próximos partidos. El ex-River Eduardo Tuzzio no estará entre los once iniciales debido a una contractura en el muslo izquierdo, siendo Leonel Galeano quien ocupe su lugar. En cuanto lo táctico, tres cambios presentará Díaz con respecto al clásico con Racing: Roberto Battión ingresará por Fabián Monserrat, el ex-Belgrano Federico Mancuello dejará será reemplazado por el enganche Paulo Rosales y Patricio Vidal estará por Luciano Leguizamón.
Los dos equipos se juegan mucho: Boca quiere seguir conformando el perfil de ganador para toda la temporada ahuyentando definitivamente los fantasmas de Riquelme, mientras que Independiente tiene la oportunidad justa para sacar la cabeza del agua y no ahogarse definitivamente.
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